Introducción
Hay días en los que el mundo se siente demasiado.
El ruido parece más fuerte, las luces más brillantes, las palabras más pesadas.
Cada sonido, cada mensaje, cada pequeña situación se siente como un golpe extra en tu mente ya cansada.
Y muchas veces te preguntas: “¿Por qué todo me abruma tanto?”
La respuesta puede estar en algo poco hablado: la relación entre la ansiedad y la sensibilidad sensorial y emocional.
¿Qué es la ansiedad sensorial?
La ansiedad no solo vive en los pensamientos.
Cuando estás ansiosa, tu sistema nervioso está en alerta máxima, lo que significa que percibes todo con mayor intensidad:
- Los sonidos te sobresaltan.
- Las luces te molestan.
- El movimiento a tu alrededor te agota.
- Incluso las emociones de los demás parecen demasiado fuertes para ti.
No eres dramática ni exagerada. Tu cuerpo está en modo supervivencia y cualquier estímulo lo siente como un posible peligro.
Cómo se siente la sobrecarga sensorial en la ansiedad
- No soportar lugares muy ruidosos o llenos de gente.
- Fatiga extrema después de socializar, aunque haya sido poco tiempo.
- Irritación o ganas de “desaparecer” cuando hay demasiado caos.
- Dolor de cabeza, tensión muscular o palpitaciones tras muchos estímulos.
- Necesidad urgente de silencio y soledad para poder respirar.
La conexión con la sensibilidad emocional
Además de los sentidos físicos, la ansiedad puede hacerte más sensible a las emociones:
- Detectas el estado de ánimo de otros y lo absorbes como propio.
- Te afectan mucho las críticas, aunque sean pequeñas.
- Las noticias o conflictos te dejan días intranquila.
- Sientes todo “más profundo”, tanto lo bueno como lo malo.
Esto no es debilidad. Es una característica de un sistema nervioso que percibe más y que, con ansiedad, se satura más rápido.
Cómo cuidarte cuando todo te abruma
🤍1.Reconoce tus límites sensoriales sin culparte
No tienes que “aguantar” todo. Si un lugar o situación es demasiado, retirarte no es fracaso, es autocuidado.
🌿2.Crea “refugios sensoriales” en tu día
Un espacio tranquilo, con luz suave, música relajante o silencio total.
Tener un lugar así ayuda a tu cuerpo a bajar la alerta.
📝3.Haz descargas emocionales
Escribir, llorar, moverte o hablar con alguien de confianza te ayuda a liberar la carga acumulada.
✋🏻4.Usa anclajes físicos para calmar el sistema nervioso
- Una manta pesada.
- Un objeto pequeño para apretar o acariciar.
- Respiración profunda con una mano sobre el pecho y otra sobre el abdomen.
⏳5.Pon límites claros a lo que te resta paz
Está bien apagar el celular, rechazar planes o alejarte de conversaciones que te saturan.
No tienes que estar disponible para todo el mundo, todo el tiempo.
Cierre: Sentir mucho no es estar rota
Tener un sistema nervioso sensible significa que percibes la vida con intensidad.
Pero cuando hay ansiedad, esa sensibilidad puede volverse agotadora.
Aprender a proteger tu energía no te hace egoísta ni débil.
Te hace sabia y cuidadosa contigo misma.
Porque sentir mucho es un don… siempre que recuerdes que tú también necesitas calma y espacios donde el mundo no sea demasiado.
MÁS INFORMACIÓN
Encuentra los mejores libros digitales para sanar la ansiedad CLICK EN LOS ENLACES👇🏻