A veces no hace falta que algo grave esté pasando para que el cuerpo empiece a gritar. Un corazón que se acelera sin motivo aparente, una presión en el pecho que asusta, o un nudo en la garganta que no te deja hablar… ¿te ha pasado?
La ansiedad no siempre se presenta como pensamientos desbordados o miedo evidente. Muchas veces, se manifiesta de forma silenciosa a través del cuerpo. Y si no sabes lo que está pasando, puedes llegar a pensar que estás enfermando o volviéndote loca. Pero no: tu cuerpo está tratando de decirte algo.
Síntomas físicos comunes de la ansiedad (que nadie te explicó bien)
1. Palpitaciones o taquicardia
Sientes que el corazón se te va a salir del pecho. Esto sucede porque el sistema nervioso simpático se activa como si tuvieras que escapar de un peligro… aunque no haya ninguno real.
Es una reacción normal del cuerpo ante el estrés, pero si no sabes de dónde viene, puede generar aún más ansiedad.
2. Presión en el pecho o dificultad para respirar
Muchas personas lo confunden con un infarto. La ansiedad puede generar tensión muscular en la zona del pecho, así como hiperventilación, lo que hace que sientas que te falta el aire.
No es peligroso, pero sí es alarmante si no sabes por qué pasa.
3. Mareo, sensación de irrealidad o desmayo
Cuando respiras demasiado rápido (hiperventilación), el equilibrio entre oxígeno y dióxido de carbono en tu sangre se altera, causando mareo o una sensación de desconexión del cuerpo.
Esto puede generar miedo a perder el control, pero es pasajero.
4. Nudo en la garganta o sensación de que no puedes tragar
Se llama “globo histérico” o globus, y es común en momentos de mucha tensión emocional. Aunque físicamente no hay nada que impida tragar, la sensación es real y angustiante.
5. Dolor de estómago, náuseas o problemas digestivos
El intestino y el cerebro están profundamente conectados. Por eso, cuando estás ansiosa, puedes sentir malestar estomacal, ganas de vomitar o incluso diarrea. Es el sistema digestivo respondiendo al estrés.
6. Hormigueo o entumecimiento en las manos, pies o cara
Esto también puede ser consecuencia de la hiperventilación, o del exceso de tensión muscular. Aunque se siente raro y da miedo, suele desaparecer cuando el cuerpo se relaja.
¿Por qué la ansiedad se siente en el cuerpo?
Tu cuerpo está diseñado para protegerte. Cuando percibe una amenaza (aunque sea emocional), se activa una respuesta automática: la respuesta de lucha o huida. Esto genera una serie de cambios físicos para prepararte para actuar rápido: el corazón se acelera, los músculos se tensan, la respiración cambia…
El problema es que en la ansiedad, el cuerpo reacciona como si estuvieras en peligro, incluso cuando no lo estás.
¿Qué puedes hacer cuando el cuerpo te está hablando?
Aquí no se trata de luchar contra el cuerpo, sino de escucharlo y regularlo con herramientas simples pero efectivas:
- 🧘♀️ Respira profundo: Inhala en 4 tiempos, sostiene 4, exhala en 6. Ayuda a calmar el sistema nervioso.
- 🌿 Anclaje sensorial: Toca algo frío, huele algo con aroma fuerte (menta, lavanda), enfócate en lo que ves. Eso trae tu mente al presente.
- 📓 Escribe lo que sientes: A veces lo que el cuerpo no puede decir con palabras, sale en un cuaderno.
- 🤝 Habla con alguien de confianza: Nombrar lo que sientes reduce el miedo. No tienes que cargarlo sola.
- 🛌 Descansa: El cuerpo necesita pausas. Dormir bien, comer a tus horas y cuidar lo básico también es autocuidado emocional.
Cierre: Escuchar al cuerpo es un acto de amor propio
No estás exagerando. No estás loca. No estás débil.
Estás sintiendo lo que tu cuerpo intenta comunicarte desde hace tiempo. La ansiedad no siempre habla con gritos mentales… a veces lo hace con susurros físicos.
Y cuando empiezas a escucharte con compasión, poco a poco, el cuerpo también empieza a calmarse.
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