¿por qué la ansiedad te mantiene tenso incluso en reposo?

Introducción

La ansiedad no solo vive en la mente: también se instala en el cuerpo. Muchas personas sienten que, incluso cuando intentan descansar, su cuerpo permanece rígido, con los músculos tensos y una incomodidad constante.

Es como si el organismo no entendiera que el peligro ya pasó y siguiera en estado de alerta.

Esta tensión física es una de las manifestaciones más comunes —y menos comprendidas— de la ansiedad. Descubramos por qué ocurre y qué puedes hacer para liberar a tu cuerpo de ese estado de vigilancia permanente.

El sistema nervioso en modo “alarma”

Cuando tienes ansiedad, tu sistema nervioso simpático (encargado de activar la respuesta de “lucha o huida”) se mantiene activo más tiempo del necesario.

Esto significa que, aunque estés en tu cama o en el sofá, tu cuerpo cree que necesita defenderse de un peligro inminente.

El resultado:

  • Músculos contraídos, sobre todo en cuello, espalda y mandíbula.
  • Sensación de “nudo en el estómago” o malestar abdominal.
  • Palpitaciones o respiración acelerada sin razón aparente.
  • Dolor de cabeza o cansancio muscular sin haber hecho esfuerzo físico.

Cómo la tensión constante desgasta tu cuerpo

El cuerpo no está diseñado para permanecer en alerta de manera continua. Cuando esto sucede por semanas o meses, aparecen consecuencias como:

  • Dolores musculares crónicos: hombros rígidos, cuello contracturado o espalda baja adolorida.
  • Problemas digestivos: el sistema digestivo se ve afectado porque la energía está desviada hacia “defenderte”.
  • Fatiga constante: aunque duermas, tu cuerpo no logra entrar en un descanso profundo.
  • Mayor vulnerabilidad a enfermedades: el sistema inmune también se debilita por el estrés sostenido.

Señales de que tu cuerpo está atrapado en la alerta ansiosa

  • Te despiertas cansada aunque hayas dormido.
  • Crujes los dientes o aprietas la mandíbula (bruxismo).
  • Te cuesta relajarte incluso viendo una serie o leyendo.
  • Tienes rigidez constante en hombros y espalda.
  • Respiras de manera superficial y rápida sin darte cuenta.

Cómo empezar a liberar la tensión del cuerpo

1.Respiración consciente

Ejercicios como la respiración diafragmática ayudan a “avisar” al sistema nervioso que ya no hay peligro.

2.Relajación muscular progresiva

Consiste en tensar y soltar diferentes grupos musculares, lo que ayuda a identificar dónde acumulas la tensión y liberarla.

3.Movimiento suave y constante

Estiramientos, yoga o caminatas tranquilas reducen la acumulación de tensión y bajan los niveles de cortisol.

4.Rutinas de autocuidado

Baños calientes, masajes o pausas de descanso consciente ayudan a recordarle al cuerpo que puede soltar la alerta.

5.Terapia y acompañamiento profesional

No siempre basta con las técnicas físicas. Trabajar la raíz de la ansiedad con ayuda psicológica es fundamental para que el cuerpo deje de vivir en modo alarma.

Cierre

El cuerpo habla lo que la mente no siempre quiere reconocer.

Si sientes que nunca logras relajarte, incluso en reposo, es posible que tu ansiedad te esté manteniendo atrapada en un estado de alerta constante.

Recuerda: no es flojera ni debilidad sentir cansancio o tensión todo el tiempo. Es el reflejo de que tu cuerpo necesita calma, cuidado y escucha. 🌿

Descansar de verdad no es un lujo, es una necesidad. Y permitirte soltar la tensión es un paso esencial para sanar.

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